simple 2.

el señor que mide la temperatura del agua

esta mañana me fui temprano a la playa, para leer y estar en contacto con la naturaleza. estaba metida en mi libro, cuando escuche al señor que mide la temperatura del agua.

cada día, desde hace más de 26 años, este señor alemán va con su termómetro e informa a todos los bañistas – que apenas lo ven llegar le preguntan cuántos grados tendrá el mar – y salvavidas. ya es conocido, a parte de decir la temperatura exacta del agua, da consejos, habla de oleaje, aguaje y más cosas que termina con «aje».

el señor que mide la temperatura del agua tendrá unos 80 años. es esposo de mi profesora del kindergarten, una mujer alemana, que a veces acompaña a su esposo, pero en un día nublado – como esta mañana – prefiere quedarse haciendo otras cosas.

me acuerdo cuando era chiquita e iba a esa playa a jugar con la arena y tirar bolas de arena a mis amigos, llenar cubetas con agua, hacer castillos que el agua tiraba en minutos, y estar metida en el mar hasta salir totalmente arrugada.

me acuerdo cuando comía galletas de soda y tomaba jugo de maracuya caliente por el sol – en esos tiempos no habían tantos coolers -.

me acuerdo que llevaba todo mi ejercito de juguetes para que también se bañen conmigo.

me acuerdo de tantos veranos compartidos con mis hermanos, mis amigos, las olas, el sunset conversando de los «problemas de la vida» (con 14 años), los pareos, el olor a bronceador, las fiestas en la noche.

y tantas cosas han pasado en mi vida, y el señor que mide la temperatura del agua
sigue con la misma rutina, día tras día, en verano o invierno, temprano o tarde.